jueves, 8 de noviembre de 2012

Causa Ragone II: procesan a tres comisarios e indagan a otros dos

Por Elena Corvalan
 
El juez federal  Julio Leonardo Bavio procesó a otros tres comisarios por distintos delitos cometidos en el marco del secuestro y desaparición del ex gobernador Miguel Ragone, ocurrido el 11 de marzo de 1976 en esta ciudad. Además, el magistrado citó a prestar declaración indagatoria a otros dos comisarios, que deben presentarse entre hoy y el lunes próximo.
Los procesados son Antonio Saravia, que en 1976 era jefe del Departamento de Informaciones Policiales (DIP, inteligencia) la Policía de Salta, hoy jubilado; el comisario general retirado Néstor Liendro, subjefe de la Comisaría 1º de Salta, y el comisario mayor retirado Abel Guaymás, que era inspector de zona y tenía injerencia sobre la Comisaría 1º de Salta, la que intervino ni bien se cometió el secuestro de Ragone, el 11 de marzo de 1976. En esa circunstancia los secuestradores asesinaron al almacenero Santiago Arredes e intentaron lo propio con Margarita Martínez de Leal, que presenció el secuestro desde la oficina de la empresa Betella.

Los citados a indagatoria son el comisario Santiago Pedroza, que en 1976 era jefe de la Comisaría 1º, convocado para hoy, y que será buscado por la fuerza si no asiste por sus propios medios, y el comisario general retirado Roberto Arredes (hermano de Santiago), citado para el próximo lunes.

De los tres procesados, Saravia enfrenta una acusación más grave y, de hecho, anteanoche mismo fue detenido, y alojado en la cárcel federal de Güemes. El juez lo procesó por homicidio doblemente agravado, por alevosía y por la participación premeditada de dos o más personas, en perjuicio del ex gobernador; por homicidio doblemente agravado por el propósito de ocultar otro delito, asegurar sus resultados, lograr su impunidad, y por el concurso premeditado de dos o más personas, en perjuicio de Santiago Arredes, y por similar delito en grado de tentativa, en perjuicio de Martínez de Leal.

El secuestro de Ragone se cometió en la jurisdicción de la Comisaría 1º, pero ni bien iniciado el sumario policial fue derivado a la DIP (que habitualmente no tramitaba sumarios), por orden del entonces jefe de Seguridad, Joaquín Guil. Para el juez, este direccionamiento se habría realizado para “tener el control de la situación”. Liendro intervino inicialmente, como subjefe de la 1º, y Guaymás, como jefe de zona con injerencia sobre esta Comisaría. Para el magistrado, ambos “colaboraron (…) para que el hecho y sus responsables permanecieran en la impunidad”.

En el procesamiento Bavio enumeró una larga lista de irregularidades cometidas en el sumario policial, “falencias que en modo alguno pueden ser entendidas como torpeza, impericia y/o negligencia (…), sino todo lo contrario”. 

Guil fue condenado en octubre de 2011 por estos mismos hechos. “Se advierte con claridad que Guil y el imputado Antonio Saravia participaron de consuno en pos de evitar la aprehensión de los responsables. De las actuaciones prevencionales salta a la vista la manera coordinada y en conjunto en la que actuaron”, afirmó el juez. 

El jefe de la Policía en marzo de 1976, el ex militar Miguel Gentil, también condenado el año pasado. El subjefe era Virtom Mendíaz, sobre el que pesa un pedido de investigación. En la línea de mando seguían los comisarios Saravia, Arredes y Abel Murúa (fallecido) y, más abajo, Liendro, Guaymás y Pedroza. Con estas acusaciones se estaría cubriendo a gran parte de la plana mayor de la Policía salteña que actuó concertadamente en el secuestro de Ragone. También sigue la investigación en relación a la totalidad de la plana mayor del Ejército.
Por el cargo que ocupaba en la estructura de la plana mayor de la Policía de Salta, Arredes, que por entonces era jefe de la Dirección de Personal, está acusado por los mismos delitos que Saravia.

jueves, 1 de noviembre de 2012

Salta : Juicio por delitos de lesa humanidad: Testigo contó cómo fue torturado en un CCD

Enrique Cobos prestó testimonio en el mega juicio contra ex militares, ex policías y un civil. Relató las torturas que sufrió durante los días que estuvo detenido

Mega juicio por delitos de lesa humanidad

SALTA.- Cuatro testigos declararon en el mega juicio por delitos de lesa humanidad que se desarrolla en Salta contra ex militares, ex policías y un civil. Sin dudas el testimonio más conmovedor fue el de Enrique Cobos quien contó que estuvo detenido entre 15 y 20 días en un centro clandestino de detención (CCD) ubicado a unos 30 minutos de la ciudad de Salta.

El 24 de marzo de 1976 fue sacado de la casa de sus padres, con los ojos vendados, y llevado hasta estas instalaciones, donde fue obligado a permanecer tirado en el piso de cemento, boca abajo, con las piernas y brazos abiertos, y siendo interrogado y golpeado constantemente. Compartía este cautiverio con otros secuestrados.

Fue una jornada en la que hubo fuertes cruces entre los querellantes y los defensores, en los que también intervino el fiscal Ricardo Toranzos.

El 24 de marzo de 1976 Cobos fue detenido desde la casa de sus padres por un grupo cuyo jefe se presentó como capitán del Ejército. Fue subido a una camioneta y llevado fuera de la ciudad.

Cobos recordó que en este cautiverio había días más tranquilos y otros de más movimientos, y “pasaba gente” y lo interrogaba. Un día lo llevaron ante la máquina de escribir y lo golpearon mientras lo insultaban: “Zurdo hijo de puta, todos los de la JP son unos hijos de puta”, mientras le hacían las mismas preguntas desde su primera detención, “si era católico, si iba a misa los domingos, ‘según lo que contestés te vamos a llevar a pasear’, decían”.

"Por la noche –recordó Cobos- nos daban una manzana, así durante casi tres semanas, hasta que nos llevaron hasta la cárcel de Villa Las Rosas”. El 30 de abril, cuando lo sacaban para llevarlo a la Central de Policía, vió a Corbalán.

Antes de abandonar el penal, me llevaron hasta donde se encontraba el teniente coronel (Joaquín) Cornejo Alemán, quien era el segundo jefe de la Guarnición Ejército Salta", añadió Cobos.

"Jovencito, usted se va en libertad, pero sepa que viene bailando un tango muy jodido, espero que cambie el tango, pero si vuelve no saldrá nunca más", le dijo el entonces segundo jefe del Ejército en Salta, ahora incluido entre los incriminados por los delitos de lesa humanidad.

El relato de Cobos sobre el centro de detención en las afueras de esta ciudad es coincidente con el de Juana López, quien a principios de este debate contó ante el Tribunal Oral en lo Federal de Salta que fue secuestrada en junio de 1976 en Metán. (Redacción