lunes, 10 de febrero de 2014

Juzgan a dos militares que trataron de destruir pruebas del terrorismo de Estado

Por Elena Corvalan
 
El lunes próximo, 10 de febrero, comenzará el juicio contra los militares retirados Carlos Fernando Tozzeto Arias y Juan Manuel Gestoso Presas, acusados de haber intentado destruir dos libros de la guardia del Hospital Militar de Salta, cuyas anotaciones comienzan en 1976, año en que imperaba el terrorismo estatal, y se prolongan hasta la década del 90.

El inicio de la audiencia está previsto para las 8,30. Se descuenta que comenzará con un debate acerca de si corresponde juzgar a los dos militares. Es que los defensores públicos Oscar del Campo (por Gestoso Presas) y Pablo Lauthier (por Tozzeto Arias) ya han intentado frenar el proceso con el argumento de que se trata de delitos comunes, que están prescriptos y corresponde absolver a los imputados.

Del otro lado, el fiscal general federal Francisco Snopek y el fiscal ad hoc Juan Manuel Sivila sostienen que son delitos conexos a los crímenes de lesa humanidad, dado que se intentó destruir prueba vinculada a esos hechos, y son imprescriptibles, por lo que corresponde juzgarlos.
El Tribunal, integrado por los jueces locales Marcelo Juárez Almaraz y Marta Liliana Snopek y el santiagueño Federico Díaz, ha preferido no hacer lugar al planteo de prescripción y discutir esta cuestión en el debate.
Este proceso se remonta al 15 de mayo de 2008, cuando Tozzeto Arias (por entonces director general del Hospital Militar) junto a otras personas, encontró los dos libros en el lavadero del Hospital. El hallazgo se dejó asentado en un acta. Tozzeto Arias, quien asegura que los libros eran ilegibles debido a la humedad y el moho, los entregó al teniente coronel Gestoso Presas,que por entonces era jefe de la Compañía de Inteligencia 5, para que evaluara si contenían información valiosa y si correspondía guardarlos.

Gestoso Presas juzgó que no tenían información relevante, por lo que resolvió quemarlos, decisión con la que Tozzeto Arias coincidió. La destrucción le fue ordenada al capitán Silvio Manino Leal, quien advirtió que la orden era irregular, fingió cumplirla pero guardó los libros en su domicilio, hasta que pudo entregarlos al Ministerio de Defensa.

Así se inició un sumario interno y una investigación penal. En lo administrativo, Tozzeto Arias y Gestoso Presas fueron pasados a disponibilidad primero y luego, a retiro. En la causa penal, el ex director del Hospital está acusado de incumplimiento de los deberes de funcionario público y el ex jefe de Inteligencia, de tentativa de destrucción de objetos destinados a servir de prueba.

Uno de estos libros es un registro de la sala de Maternidad del Hospital Militar, durante 1976, y se presume que podría contener información vinculada a hechos de terrorismo de Estado. El otro libro es el registro de enfermos de la sala de Varones del Hospital.

Mayor suspicacia genera la acción de los acusados porque para la época en que decidieron destruir los libros, Tozzeto Arias tenía pendiente de respuesta una solicitud de informes de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, que depende del Ministerio de Justicia nacional, sobre registros de nacimientos ocurridos en este hospital en septiembre de 1975. Contestó que no se podía informar porque los registros habían sido incinerados.