martes, 1 de octubre de 2013

Denunciarán a otro militar por la desaparición del soldado Brizzi

Por Elena Corvalan

El abogado David Leiva informó que hoy presentarán una denuncia formal contra el teniente coronel (RE) Héctor Girbone, por su supuesta responsabilidad en la desaparición de Víctor Brizzi, ocurrida el 8 de marzo de 1976, cuando estaba cumpliendo el servicio militar en el Regimiento de Caballería C 5 General Martín Miguel de Güemes de esta ciudad.
La posibilidad de la denuncia surgió ayer en el juicio por delitos de lesa humanidad que se lleva a cabo en esta ciudad, tras la declaración indagatoria del militar Fernando Chaín, quien está siendo juzgado como partícipe necesario de la privación ilegítima de la libertad de Brizzi. A pesar de que la audiencia se extendió hasta las 18, no fue posible empezar con los alegatos, los que quedaron para la próxima jornada, el 15 de octubre, aunque primero tienen que declarar por lo menos tres de los restantes imputados: Diego Gatto, Juan Manuel Ovalle y Ricardo Benjamín Isidro de la Vega, que ya expresaron su intención de hablar antes de que las partes comiencen a alegar.

Ayer Chaín negó participación en el secuestro de Brizzi y aseveró que mientras duraba la instrucción básica, que se daba a todos los conscriptos recién incorporados, a principios de año, “los soldados dependían del jefe del Regimiento”, el teniente coronel Carlos Alberto Mulhall (que está siendo juzgado por este hecho), y del jefe de la Agrupación de Instrucción, que por entonces era el teniente primero Girbone.
Leiva le recordó que cuando declaró en este proceso (a pedido de la defensa del propio Chaín) Girbone negó haber sido el jefe de la Agrupación de Instrucción, pero Chaín ratificó sus dichos: “A lo mejor se olvidó, yo me acuerdo”, aseguró.
Al término de la audiencia, Leiva anunció que hoy  presentarán una denuncia penal contra Girbone, para que se lo investigue en relación a la desaparición de Brizzi. El militar ya está en prisión preventiva en Ezeiza, acusado por la apropiación de Pablo Javier Gaona, hijo de desaparecidos. 
La jornada comenzó con planteos de los defensores Federico Petrina, en representación de Chaín y Diego Gatto, y Orfeo Maggio, por De la Vega. Más tarde se incorporaron los testimonios que estaban por escrito, además de otras pruebas documentales, como publicaciones periodísticas.

La indagatoria a Chaín fue el último acto. El militar brindó una exposición sobre su carrera en el Ejército y las tareas que cumplía en su primer destino: el Regimiento de Caballería Ligero C5 General Güemes, al que llegó con el grado de subteniente.
Negó participación en el secuestro de Brizzi, dijo que no tenía potestad para autorizar la salida de un soldado, que por ser tan joven (20 años) y recién recibido le asignaban las tareas menos importantes y que recién se enteró del hecho en 2008, cuando fue involucrado por el testigo Carlos Villalba Ovejero.

Las preguntas del fiscal Ricardo Toranzos lo sacaron de su relato, primero dijo que nunca supo de la existencia de órdenes secretas para la lucha contra la subversión y luego negó repetidamente: “Nunca vi un lugar de reunión de detenidos” en el Ejército de Salta, sin advertir que usaba la terminología contenida en la directiva secreta 404/75, de la comandancia general del Ejército para la lucha contra la subversión. La frase está también en el libro del general Acdel Vilas, el primer jefe del Operativo Independencia, en Tucumán.
La contradicción fue puesta de resalto por Leiva, quien también lo interrogó por el hecho de que Chaín fue calificado por el capitán Hugo Espeche, condenado por su participación en la Masacre de Palomitas, y no por su jefe directo, el teniente primero Girbone.

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