martes, 5 de junio de 2012

Doloroso relato de una mujer en el juicio por la “causa UNSa”

Una exdetenida comprometió al imputado Juan Carlos Alzugaray
El debate comenzó con el caso del gremialista Eduardo Fronda. Continuarán declarando otros testigos.

Con el crudo relato de una exdetenida se inició ayer la ronda de testigos en el juicio por la denominada “causa de la UNSa”, que involucra a 19 imputados por delitos de lesa humanidad ocurridos durante la última dictadura militar en la provincia de Salta contra 37 víctimas.

El debate en la Sala de Grandes Juicios de la Ciudad Judicial comenzó con el caso del gremialista Eduardo Fronda, cuyo cadáver fue encontrado el 5 de enero de 1975 con 39 impactos de bala y signos evidentes de tortura, luego de haber sido detenido por la policía local. Por este hecho están imputados el exdirector de Seguridad de esta fuerza, Joaquín Guil, y Juan Carlos Alzugaray, exmiembro de la Policía Federal. Julia Beatriz García, la primera testigo convocada por el Tribunal Oral Federal en lo Criminal, comprometió a Alzugaray, al que sindicó como uno de sus torturadores cuando en 1975 fue detenida por una patrulla de la Federal en su lugar de trabajo.

Contó que el año anterior se había radicado en Salta con su familia, procedente de Bahía Blanca, luego de que la Triple A asesinara a un hermano suyo de 18 años. García relató que en el edificio de la Federal fue sometido a todo tipo de torturas y de abusos por parte del entonces jefe de esa fuerza, Federico Livy, y de Alzugaray. La mujer calificó a Livy como “un siniestro personaje”, ya que llevaba a su hijo de ocho año para que asista a las sesiones de tortura. De Alzugaray refirió que se hacía el bueno, el seductor y que la sometía a manoseos, mientras la mantenía desnuda atada a un catre. “Me hablaba al oído diciéndome que le dolían las torturas a las que me sometían y que lo mejor era que hablara”, expresó.

“¿De quién le preguntaban?”, indagó el fiscal Ricardo Toranzos, a lo que la testigo respondió: “De la gente que militaba con nosotros, de Evangelina Botta, de su esposo y otros”. Por último valoró el hecho de que los acusados de delitos de lesa humanidad sean enjuiciados y que los sobrevivientes tengan la posibilidad de relatar sus terribles vivencias.

Fue testigo de una violación

El momento más dramático del testimonio de Julia Beatriz García fue cuando relató los abusos que sufrió y la violación de una detenida. Recordó que en una oportunidad la llevaron a la sala de torturas junto Evangelina Botta de Nicolai, una de las víctimas de la masacre de Palomitas. “Yo tenía 21 años y Evangelina me protegía; Alzugaray aprovechó esta circunstancia para extorsionarla; ese día la violó delante mío y por esta situación abortó, ya que estaba embarazada de pocos meses”, describió. La mujer se emocionó hasta las lágrimas al recordar esos dramáticos momentos. “Me llevaron a la cárcel y allí lo volví a encontrar a Alzugaray, quien me volvió a torturar cuando descubrió que alguien nos dejó un diario”.

También declaró Luis Rubén Fronda, hermano del gremialista acribillado a un costado de la ruta que une San Lorenzo con Vaqueros. Eduardo Fronda fue visto con vida días antes de su asesinato en la Central de Policía de la provincia y en la delegación de la Policía Federal, en calidad de detenido, donde se quejaba del dolor producido por las torturas que sufriera. Era miembro del Sindicato de Vendedores Ambulantes, militaba en el Frente Revolucionario Peronista y actuaba en la Agrupación Lista Verde, que apoyaba al gobierno de Miguel Ragone. “El periodista Luciano Jaime, quien fue asesinado por haber difundido en el diario El Intransigente lo ocurrido con mi hermano, me contó que estuvo detenido en la Central de Policía”, señaló. Dijo que su hermano Hugo, que era policía en esa época, supo que detrás de esto se encontraba el imputado Guil y que por esta situación tuvo que pedir el retiro de la fuerza.

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